Oxalá, el blanco de la paz



Oxalá siempre va con su cayado: uno como este que os muestro en la foto y que está en mi casa, junto al altar y otros objetos sagrados. Tiene muchísimo valor y me da mucha paz. Es frecuente encontrar imágenes de Oxalá caminando algo inclinado: es la representación del Oxalá sabio, el anciano

El día de Oxalá se caracteriza por la paz que trae o debe traer consigo. No te conviene discutir un viernes, eso no le gusta a Oxalá. Y si asociamos un color a la paz es, naturalmente, el blanco: así va vestido el pai Oxalá, el más grande entre todos los orixas del panteón Yoruba. Si vas de visita a una casa, y más si deseas pedir algo a tu vecino, ganarás muchos puntos acudiendo de blanco. 

Si el blanco es alegría, paz, respeto y empatía, el negro significa todo lo contrario; es signo de mal agüero, en el Candomblé y en todas las fes del mundo.

Si quieres hacerle una ofrenda, además de encender una vela blanca ahora mismo, al atardecer, déjale a Oxalá un plato con alimentos de su color: el arroz o mejor aún, el arroz con leche, le gustará.


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