Así son las hijas y los hijos de Oxum
Hoy es día de Oxum y así como ya os he hablado de ella, hoy
lo haré de quienes nacen bajo su signo.
Sus hijos e hijas son dulces, sentimentales, actúan más con
el corazón que con la razón y a veces les toca llorar. Pero también son
extremadamente vanidosos (recordad que Oxum siempre aparece con un espejo para
mirarse) y les gusta conquistar. Aman el lujo y la vida social pero no son por ello
superficiales, en absoluto: les gusta usar la estrategia para lograr sus fines.
Odian los escándalos e intentan evitarlos.
La mujer bajo el signo de Oxum es delicada, femenina,
romántica y una amante muy querida. El hombre es… distinto. No es tan guapo
como ellas pero sí amante de la buena vida, risueño y de buen humor.
Como os decía, son hábiles en la búsqueda de sus objetivos:
detrás de su dulce imagen se esconde una fuerte determinación y un deseo de
ascenso social. Tienden a tener una vida sexual intensa, pero discreta porque
no les gusta el escándalo y el ‘qué dirán’.
Tienen un espíritu maternal, luchan
por la familia, son sentimentales, decididos, amables, simpáticos y
cautivadores.
Otra de sus virtudes, si queremos mirarlo así, es que no se
desesperan por pasiones imposibles, por mucho que les guste una persona, su
autoestima es mucho mayor.
Como rasgos negativos, la autocompasión y un orgullo que, de
resultar herido, puede desequilibrarles. A veces les vence el mal humor, la pereza, cierta depresión o se quejan de la vida pero de repente se seca
las lágrimas y empieza a ordenar la casa, olvidando sus penas.
Parece contradictorio pero su lado espiritual es acentuado,
por eso algunos de las más grandes ialorixás del Candomblé han sido hijas de
Oxum.
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