La lluvia de Yemanjá






Yemanjá es de las más grandes orixás del panteón Yoruba si no directamente la mayor de todas por su poder creador. 
Vive en el mar y en los océanos, fuente de vida primigenia, por eso, es protectora de la familia y fiel defensora de las mujeres

Al ser dueña de la maternidad a ella se le pide por la familia pero también por la abundancia de la comida y, si queréis hacerlo, por la riqueza material. Aunque… En fin, yo soy partidaria de pedir a los orixás que te abran los caminos para que no te falte trabajo. El final es el mismo pero ellos ayudan a quien se ayuda a sí mismo. No lo olvidéis nunca

Me gustaría contaros que la lluvia es siempre una bendición. A todos nos gusta el buen tiempo, el sol y salir a pasear en un día cálido –cuando podamos hacerlo de nuevo, allí estaremos– pero si llueve, es una bonita señal de Yemanjá: se dice que ella, madre del mundo, goza cuando el sol de la gran fuerza creadora que es Olorum calienta las aguas permitiendo que suba en estado de vapor, para luego bendecir la tierra a través de la lluvia. Por eso en Candomblé, la lluvia es una bendición.

Según la forma de llover, ese será el orixá que se manifieste: cuando es muy fuerte se dice que es Oyá (recordad que os hablé de que es dueña de las tormentas); cuando es suave pero persistente, de Oxum y si es leve, es Yemanjá bendiciendo la tierra o el Axé que se está celebrando en ese momento. 


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