De cómo Xangó le arrebató la esposa a Ogún






Como sabéis, a diferencia de otras religiones, en Candomblé los orixás se pelean y se aman, tienen alianzas y disputas, pues son tan humanos como nosotros. Y por eso nos entienden. Hoy, miércoles, voy a explicaros cómo Xangó se ganó la enemistad de Ogún.

Xangó es el orixá del fuego y de la guerra. Muy poderoso, fue un príncipe africano –su padre era rey de Oyó, de la segunda dinastía de Oduduwa– que vencía en todas las batallas en que participaba. Su padre lo enviaba a resolver las misiones más difíciles y siempre volvía con un triunfo. 

En una de ellas, pasó junto al taller de un herrero y se paró a colocarle nuevas herraduras a su caballo.

Mientras hablaba con el herrero, vio por el rabillo del ojo a una joven muy hermosa que entraba y salía de la fragua. Se quedó prendado de ella. Días después volvió por el negocio pero ya no para tratar con Ogún sino para ver a su mujer. 
Y regresó de nuevo hasta que notó ella, Oyá, también lo miraba a él. Nació el deseo entre ambos y la infidelidad de Oyá, que dejó a Ogún para irse con el poderoso Xangó.

Xangó tuvo otras dos esposas muy importantes, Oxum y Obbá, pero quizá fue a Oyá a quien amó más: impetuosa como él, solo a ella cedió Xangó los secretos del fuego. 

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