La lucha por el amor de Xangó
Hoy es miércoles día del poderoso Xangó, orixá del fuego y
la justicia, así que os contaré una leyenda sobre él.
Cuentan que Xangó tuvo tres esposas: Oyá, Obbá y Oxum. Para
unos fue de Oxum de quien estuvo más enamorado, mientras que otros aseguran que
nunca sintió por nadie lo que por Oyá, a quien contó el secreto del fuego. En
cualquier caso, hoy hablaremos de cómo Oxum desbancó a Obbá siendo Xangó rey de
Oyó, en África.
Obbá era tímida, callada y estaba perdidamente enamorada de
Xangó pero celosa por la predilección que él demostraba hacia Oxum. No fue muy
inteligente al creer que ella, la orixá más sensual y bella de todas, le
confiaría sus secretos pero le preguntó que podía hacer para que Xangó la
mirase con la misma devoción. Recordemos que en esa época existía la poligamia
y los reyes podían tener más de una y de dos esposas.
Oxum es de apariencia dulce y suave pero también sabe ser
taimada. Sabiendo Obbá que era muy buena cocinera y que el rey adoraba sus
guisos, la creyó cuando le dijo no tenía inconveniente en cederle una receta
mágica: una sopa en la que debía haber algo tan personal de ella como un trozo
de su cuerpo.
Le recomendó que se cortase una oreja, como ella hizo en su día,
si es que lo amaba tanto. Por eso llevaba siempre la cabeza cubierta por un
pañuelo, para mantener bella su imagen.
Poco tardó la ilusa Obbá en esconderse para cortarse una
oreja y ponerse a cocinar. Con gran dolor pero también esperanza, se la sirvió
al rey Xangó al llegar la noche. Al ver la oreja, el orixá del rayo y el trueno
se puso a echar rayos y truenos. Se enfadó muchísimo ante el paso de la pobre
Obbá. En eso, Oxum se dejó caer el pañuelo que llevaba sobre la cabeza y solo
tuvo que sonreír ante la perpleja Obbá: había sido engañada.
Xangó se enfadó con las dos, sin embargo, Obbá fue expulsada
de su lado y Oxum venció aquella partida.
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