Oxalá y Exú se unen en el ser humano

 
 
 
 
Oxalá es el primer hijo de Olorum (u Olodumaré, según las regiones de la nación Yoruba) y se considera el padre de los hombres y de algunos de los propios orixás. De hecho, como primer orixá, su nombre es una contracción de la antigua palabra Orixalá.

Él es el poseedor del poder procreador masculino y se representa de dos formas: Oxaguiã (u Oxaguián) que es un joven guerrero, y Oxalufã (u Oxalufán), que es un anciano sostenido por un bastón de plata, el opaxoró.

Creador de la humanidad, Oxalá en Candomblé es el padre de todos. Todas las historias que cuentan la creación del mundo pasan necesariamente por Oxalá. Como primer orixá concebido por Olorum, fue encargado de crear la Tierra y todas las cosas que existen. 
 
 
Oxalá es muy sabio, ajeno a toda violencia, disputas, peleas y así, es benévolo con sus hijos, los conduce por los caminos de la victoria. Oxalá siempre consigue lo que quiere a través de sus estrategias y su capacidad de razonamiento. 
 
Le gusta el orden, la limpieza y la pureza. Debido a su posición, quizá Oxalá es perfeccionista y se ha convertido en demasiado exigente, por lo tanto llega a ser terco.

Así, los hijos de Oxalá son amables, tranquilos y prestos a hacer caridad. Entre sus características principales están la capacidad de observación y su espiritualidad suele llamar mucho la atención. Siempre están listo para ayudar a aquellos que necesitan dirección y equilibrio, especialmente en la vida espiritual.

Oxalá y Exú son los únicos orixás de los que todos los seres humanos tienen algo; del primero, por ser su creador y del segundo, por ser el intermediario entre la vida espiritual y la terrenal.
 
AXE



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