Oranian, el padre de Xangó y el único orixá con la piel de dos colores





Hoy quiero hablaros de un orixá al que nunca antes nos hemos referido. Aunque no es de los más conocidos, su historia es muy bonita.

Oraniã u Oranian era el rey de Ifé, allá en África, que alcanzó la fama como cazador y por sus grandes y numerosas conquistas. Fue también el fundador del reino de Oyó.

Como ya os he contado anteriormente, muchos orixás existieron como personas en la vida real antes de incorporarse al panteón Yoruba. Pues bien, Oranian fue nada menos que padre de Xangó.

La leyenda dice que el poderoso Ogum, durante una de sus expediciones guerreras, conquistó la ciudad de Ogotún y se trajo un importante botín. También una prisionera muy belleza llamada Lakanjê. Aquella mujer le gustaba tanto que la poseyó. 

Más tarde, cuando la vio Oduduá, padre de Ogum, también la deseó y la convirtió en una de sus mujeres. Ogum no se atrevió a revelar a su padre lo que había pasado entre él y la bella prisionera. Así, nueve meses después, nació Oranian. Su cuerpo estaba dividido verticalmente en dos colores: negro por un lado, porque Ogum tenía la piel oscura y pardo por el otro, como Oduduá, que era de piel más clara.

Esta característica de Oranian se representa cada año en Ifé con motivo de la fiesta de Olojó, pintándose los devotos la piel de dos colores y caminando hasta Òkè Mògún, la colina donde se levanta un monolito dedicado a Ogum.

En Salvador de Bahía, Oranian es considerado no solo su padre sino una de las doce "cualidades" de Xangó. Si Xangó representa el poder del rayo y el trueno, Oranian es la lava del volcán, la energía del centro de la tierra: es amor y también ira y sus hijos gozan de un acentuado conocimiento intuitivo. 



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