Oxossi, el Apolo de los griegos
En la mayoría de religiones hay una deidad que se ocupa de
proveer. Remonta a la necesidad prehistórica del ser humano: el cazador que
luego se convierte en recolector pero que siempre vela por su clan, su grupo o
su familia.
En Candomblé esa figura es Oxossi, el orixá que mora en el bosque
junto con Ogún y Exú y se ocupa de la caza y de la provisión de alimentos.
Pero en Candomblé, ya lo habéis ido viendo, ningún orixá es
blanco o negro o tiene una sola atribución. Oxossi es el cazador pero también
es el amante de las artes y esto nos lleva a… Apolo.
En efecto. En la mitología
griega podemos ver al gran Apolo, hijo de Zeus y hermano de Artemisa, como dios
de la caza y así llevará cerca su arco y flecha pero también como protector de
las artes. ¿Qué posibilidades hay de que la nación Yoruba, en el África
profunda, entrase en contacto con los griegos para ponerse de acuerdo? Menos
que ninguna.
Oxossi no es solamente un cazador de animales para proveer
la despensa: también atrae las buenas energías, ‘caza’ lo positivo que haya
alrededor. Así, los hijos de Oxossi son altruistas, alegres y amigables.
Aquí puedes ver una bonita leyenda de Oxossi:
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